LA
IMPLICACIÓN DE LAS FAMILIAS PARA DESPERTAR EL INTERÉS Y LA MOTIVACIÓN DE SUS
HIJOS/AS EN EL ÁMBITO ESCOLAR
La familia es el entorno en el que comienza la educación del niño. El hogar es el principal modelo
de valores y conductas que marcarán el desarrollo cognitivo y afectivo del
futuro estudiante. Los progenitores tienen la oportunidad de guiar a sus hijos
hacia una actitud de motivación y prepararles para que se interesen y disfruten
con el aprendizaje.
Todo debe empezar por educar con el ejemplo. Los padres que muestran interés y entusiasmo por sus tareas o su trabajo y manifiestan su curiosidad por adquirir nuevos conocimientos trasmiten a sus hijos esta actitud de forma natural. Jesús Alonso Tapia, autor de 'Motivar en la escuela, motivar en la familia', afirma que el comportamiento de los progenitores puede influir en la motivación o desmotivación de sus hijos por aprender. Del mismo modo, es importante adoptar esta disposición en el tiempo de ocio con ellos. Enseñarles a buscar la respuesta a sus preguntas, participar en sus actividades con ilusión y demostrar satisfacción cuando consiguen logros significativos son algunos aspectos que fomentan la motivación.
Todo debe empezar por educar con el ejemplo. Los padres que muestran interés y entusiasmo por sus tareas o su trabajo y manifiestan su curiosidad por adquirir nuevos conocimientos trasmiten a sus hijos esta actitud de forma natural. Jesús Alonso Tapia, autor de 'Motivar en la escuela, motivar en la familia', afirma que el comportamiento de los progenitores puede influir en la motivación o desmotivación de sus hijos por aprender. Del mismo modo, es importante adoptar esta disposición en el tiempo de ocio con ellos. Enseñarles a buscar la respuesta a sus preguntas, participar en sus actividades con ilusión y demostrar satisfacción cuando consiguen logros significativos son algunos aspectos que fomentan la motivación.
El ambiente en el hogar también debe incitar al esfuerzo y valorar éste por
encima de los resultados. Para que el niño se sienta motivado en sus tareas, es
necesario que se adecuen a sus capacidades y que la dificultad aumente a medida
que adquiere nuevas competencias. Si se le obliga o incita siempre a realizar
acciones para las que todavía no está capacitado, es fácil que se desmotive al
comprobar que su esfuerzo no ha valido la pena. Si el niño fracasa o no
consigue el objetivo propuesto, es necesario enfocar la solución hacia la
superación por medio de la constancia y el trabajo y mostrar confianza en sus
aptitudes.
Respecto al aprendizaje formal, Alonso Tapia manifiesta que los padres
también pueden influir en la motivación de sus hijos con la forma en que les
ayudan con las tareas escolares, de modo que se les enseñe a enfrentarse a los
problemas y en la relación que establezcan con sus profesores. Un contacto
fluido en el que se compartan objetivos y estrategias favorece el interés de
los hijos por aprender.
Un espectacular ejemplo a seguir, y coger referencias sobre
modelos educativos,
propongo la visita a la pag web del
colegio
Walabonso, en el que la implicación de los padres,
abuelos/as y familiares de los
alumnos/as del centro de
puede observar en todos los ámbitos, fiestas,
actividades,
proyectos... el reflejo de una especial complicidad, padres,
madres y maestros/as, innovación constante, inclusión,
diversidad, motivación por parte de alumnos y
maestros/as... son algunas de los fundamentos que se
recogen en este colegio.
Frase que he destacado de su pagina web, que hace referencia a la especial colaboración de todos/as, no solo padres y madres sino todo el pueblo, se involucra en la educación de sus jóvenes.
Construimos aprendizaje para la sociedad del conocimiento libre.
Muchas manos juntas, aunque sean pequeñas, pueden hacer grandes cosas.
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